Tipos de Ahorro

Hablar de ahorro en la mayoría de las ocasiones resulta muy general o ambiguo. Seguramente tus padres siempre te repitieron que tenías que ahorrar el dinero que te regalaba tu abuelita o que encontrabas en la calle, pero lo cierto es que nuestro acercamiento al tema no pasaba de solo comentarios y una alcancía de cochinito. Luego creces y descubres todos los gastos que conlleva ser adulto y terminas reflexionando en la regadera sobre lo que sería de tu vida si te hubieras hecho del hábito de ahorrar desde más joven.

La buena noticia es que ya estás aquí y ahora tenemos algunas recomendaciones para romper con ese ciclo. Te presentamos, para empezar, los tres tipos de ahorro que debes contemplar en tus ingresos:

  • Ahorro para metas a corto y mediano plazo

Cuando piensas en comprar un nuevo mueble o hacerte de un coche, estás pensando en objetivos de ahorro que son muy próximos al presente, pero que requieren algo de tiempo y planeación. La clave es que ya sabes específicamente a qué quieres destinar ese dinero que vas guardando. Al final del día, tienes claro en qué bien o servicio lo vas a ocupar.

Es un ahorro que es para alcanzar gustos o necesidades de corto y mediano plazo. El tiempo que vas a tardar en usar esos recursos es clave para decidir cómo invertirlo. Entre estos objetivos está comprar cualquier bien duradero o hasta invertir en un negocio

  • Ahorro para emergencias

La vida está llena de imprevistos y la mejor forma de enfrentarlos es siendo precavido, es por eso que siempre debes guardar un porcentaje de tus ingresos para cualquier situación (buena o mala) que te tome por sorpresa y escape de tus planes. Además del ahorro para imprevistos, contar con seguros médicos, de auto, de casa y de responsabilidad civil es clave para que estas emergencias no sean devastadoras para tu presupuesto. 

Tu fondo para emergencias debe ser de, al menos, un mes de tu salario neto y debe estar disponible para usarse, pero no tanto como para que una salida al cine sea considerada una emergencia. 

Cada vez que uses algo de este fondo, debes poner empeño en recuperar el monto cuanto antes. Así, será más fácil vivir con tranquilidad. 

  • Ahorro para el retiro

Tras haber trabajado por varias décadas llegará el momento de tomar tu merecido retiro. Sí, así es, aún si eres de esas afortunadas personas que ama su trabajo, llegará el día en el que quieras dedicar tu tiempo a otras cosas, o que simplemente ya no tengas la capacidad física de seguir en el negocio. Es ahí donde entra tu AFORE. Ahorrar durante toda tu vida laboral, permitirá que puedas disponer del dinero que has metido en tu AFORE y los rendimientos que haya generado. El dinero que inviertas cuando eres más joven, será el que mayores rendimientos te habrá generado para entonces. La idea es que ese dinero sirva para mantenerte en esa nueva etapa de tu vida y lo uses para disfrutarla de la forma que tú elijas.

Tu AFORE te ayuda a que ese dinero que inviertes rinda mucho más cuando llegues a tu edad adulta y no se te vaya comprando vidas en Candy Crush o en tus tarjetas de Pokémon. Piensa que así podrás disfrutar tu vejez criticando la música de los jóvenes y evitando que los punks se metan en tu jardín.

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