Pide un aumento sin llorar en el intento

Al inicio de un nuevo trabajo, todo es ilusión y planes para el futuro, pero va llegar el momento en el que esa felicidad se tenga que alimentar con un aumento. 

Hablar de dinero no es un tema fácil, menos cuando se trata de pedirlo. La idea de ganar más nos ilumina los ojitos, hasta que recordamos el pequeño detalle de que tenemos que hablar con nuestro jefe. Los siguientes son unos consejos (no infalibles) para que no fracases en el intento.

1.- Da un viaje al pasado
Recuerda los objetivos que se plantearon en tu entrevista. Lo que esperaban de ti, y las horas que pasaste llorando por las noches para entregar tus pendientes. Si has cumplido con lo acordado, ya tienes un punto a favor. 

2.- Eres único e irrepetible
¿Qué has dado extra? Haz una lista de las cosas que has aportado más allá de tus labores diarias y presumelas. Dejale claro cuál es el valor que aportas y porque es importante que sigas sumando.

3.- Sin rodeos
Cuando le pidas hablar a tu jefe, seguramente ya sabrá de qué quieres hablar. El “tenemos que hablar” es un lenguaje universal. No titubees y ve al grano. Hablar decidido te va subir puntos. 

4.- Investiga
Parte de ser claro, es que sepas cuánto debes pedir de aumento. Ni te veas abusivo pidiendo de más, ni te conformes con menos. No estás pidiendo que te regalen nada, al final el aumento es resultado de tu trabajo.

Si no lograste que te dieran el aumento no te preocupes, sécate las lágrimas como cuando tu crush no acepta salir contigo y pídele a tu jefe que te explique las razones por las que no lo obtuviste. Muéstrate interesado en mejorar esos puntos para la próxima vez que lo intentes.

Si sales triunfal de su oficina, no alardees. No le presumas a tus compañeros que ahora vas a pedir aguacate todos los días. Mejor dales tips de cómo lo lograste para cuando necesiten pedir ellos su aumento.

También recuerda que ganar más no es sinónimo de gastar más. Date los gustos por los que trabajas diario, pero también aprovecha ese nuevo ingreso para prepararte para el futuro.